Apoplejía hipofisiaria

La apoplejía hipofisiaria es una afección grave que afecta la glándula pituitaria en el cerebro. Esta glándula se encuentra en la base del cerebro, y es una de las glándulas endocrinas más importantes del cuerpo. Dicha glándula produce hormonas que ayudan a regular el crecimiento, el metabolismo y la reproducción.


Esta condición se produce cuando un tumor en la glándula pituitaria crece y comienza a presionar el tejido circundante. Esto puede causar que el flujo sanguíneo al área se vea interrumpido, lo que resulta en una hemorragia en esa área. Esta hemorragia a su vez, daña la glándula pituitaria y causa una serie de síntomas que incluyen:


Los síntomas y su severidad pueden variar en cada paciente dependiendo de la posición de la hemorragia. Debido a la naturaleza grave de este trastorno, la apoplejía hipofisiaria requiere tratamiento inmediato.


El tratamiento depende del tipo de tumor que está causando la apoplejía, pero los médicos generalmente recetan medicamentos para controlar los síntomas. Si es necesario, puede ser necesario un cirugía para extirpar el tumor. Además, los pacientes con apoplejía hipofisiaria pueden necesitar terapia hormonal para reemplazar las hormonas que la glándula pituitaria ya no puede producir.


La terapia hormonal puede ayudar a tratar los síntomas como la fatiga, la pérdida de la visión, el desequilibrio hormonal y los problemas de memoria. También se puede necesitar seguimiento y pruebas regulares para asegurarse de que el tratamiento está funcionando correctamente.


Si los síntomas empeoran o no mejoran, es recomendable una cirugía para extirpar el tumor y detener la hemorragia. El procedimiento quirúrgico implica la remoción del tejido dañado y la reparación de los vasos sanguíneos dañados. La cirugía también puede incluir la colocación de un stent para mantener la presión arterial en la región. El stent ayuda a prevenir el sangrado y a mantener la función de la hipófisis.


En algunos casos, es posible optar por una radiocirugía para destruir el tejido dañado. Esta técnica se realiza a través de una pequeña incisión en el cráneo y se utiliza una fuente de radiación para destruir el tejido dañado. Después de la cirugía, el paciente necesitará una vigilancia estrecha por parte del equipo médico para asegurar que está recibiendo los cuidados adecuados.